lunes, 12 de abril de 2010

Rocé


Rocé la yema de tus dedos juzgando cada línea acoplada a la mía
cosquilleando cada centímetro de tu tela invisible de organza con carmín
de esos labios ansiosos de besos enajenados por los latidos percibidos
de perturbado corazón que galopa con la ignorancia de un lozano zagal.
*
Rocé tu rostro admirado de semblante sosegado
mirada irradiada por la chispa del ardor del volcán en exposición
agradecidos los instintos con impulsos descarados
suscitan sensaciones ignoradas por maestros de la pasión
escritas con péndola infectada de lujuria sin reprimir
*
Rocé tu pelvis entibiada por la calidez del edredón
que envuelve flácidos cuerpos conocidos
desbordados de carantoñas sazonadas con sal endulzada
y guiños fantaseados repletos de un brío seductor
que enloquece murciélagos amodorrados por el letargo salvado
por la sutileza del rojo anochecer en la caverna del placer
*
Lunaria

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