He construido una lápida,
donde guardo sellado nuestro amor,
para que la envidia no lo pise sin tesón,
sacarlo cuando el tiempo es impávido,
las noches largas por tu ausencia,
y nuestras sabanas están impolutas de pasión.
He construido una lápida,
donde guardo nuestras cartas de confesión,
esas que leo con ternura y emoción,
manchando el pergamino,
difuminando la palabra,
con las gotas derramadas por mi ojos enmudecidos.
He construido una lápida,
donde guardo nuestros proyectos,
esos que solo tú y yo sabemos,
para que nadie los copie,
que no queden inacabados,
consumarlos solos tú y yo.
.
…
Lunaria
Foto: Monasterio de Poio 7/09
No guardes el amor en una lápida. Ponlo en una urna para que te ilumine, en un jarrón para que te perfume, en un podium para que sepa que es el primero. Las lápidas son para el desamor, para los celos, pa ra el odio... Un besos cielo.
ResponderEliminarJuanma llevas razón pero en una lápida nadie se atreve a robarlo... je je je
ResponderEliminarUn beso
Muy apropiada la ilustración, Luni. No hay lugar más seguro para guardar los tesoros del corazón. Es lugar tan fuerte como la muerte. Ya lo dice el cantar de los Cantares (lo cito de nuevo por ser uno de mis libros favoritos por su profunda filosofía y bella poesía):
ResponderEliminar"Ponme cual sello sobre tu corazón, como un sello en tu brazo, porque es fuerte el amor como la muerte" (Cantar 8, verso 6).