Tiemblo…
Cuando tus ojos melosos emboban los míos
Necesitados de cálida mirada domada, confitada
Donde nuestras bocas granas se examinan sin pesadillas ya disipadas
Y el respiro se enreda lánguidamente con el aliento
Tiemblo…
Cuando tu pecho roza con el mío
forjando secuestrados destellos, electrizantes, delirantes
encadenando brazos ansiosos, envolviendo piel de algodón
acoplando cuerpos rebeldes tiernamente limitados
Tiemblo…
Cuando tu voz romántica halaga la mía
emanando partituras celestiales, enamoradas, mimoseadas
desliendo piernas resbaladizas, jugueteando sin rumbo
floreciendo poros refugiados entre tus índices y los mios…
Tiemblo.
***
Lunaria
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