lunes, 14 de marzo de 2011

Y esa maldita ola




 
Y esa maldita ola arrancó la tierra templada

Resignando silencios rotos abnegados

Vaciando lágrimas cegadas en ese limbo nublado

Cediendo cuerpos al desalmado y tirano légamo

Depilando ojos serenos jamás ya calmados

Escondiendo moradas perpetuamente recordadas

Que nunca lograrán ser igualadas

Cortando corazones a bastonazo impune

Desgarrando pasos ilusionados

De ellos que subsisten

De ellos que no existen

Que eternamente serán recordados…



Lunaria

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